Predicando la palabra!

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Fuego! Fuego! Yo quiero más Fuego!… Pues sí, aún estoy volando en fiebre desde que el fenómeno Lomo me fuera contagiado por una muy querida, íntima y allegada persona, desde entonces no he podido parar, cada día me encuentro más entregado a esta forma de expresión que algunos hasta catalogan de un estilo de vida (yo no soy tan atrevido).

Al día de hoy, llevo al menos unos 16 rollos de película a color de distintas características, con unos resultados bastante aceptables. Y bueno, aún tengo la incertidumbre de lo que se imprimió en un par de películas Blanco y Negro, que no me han podido revelar.

Si bien es cierto que el decálogo lomográfico reza lo que sigue, yo tengo mis reservas respecto a algunos puntos, pero son drásticamente menguadas al seguir a rajatabla la última regla.

Las 10 reglas de oro de la Lomografía

1. Lleva tú cámara donde sea que vayas, cuando sea que vayas
2. Úsala en todo momento – día o noche
3. La Lomografía no es una interferencia en tu vida, sino una parte de ella
4. Trata de apuntar desde la cintura
5. Acércate a los objetos de tu deseo lomográfico lo más cerca posible
6. No pienses
7. Se rápido
8. No tienes que saber de antemano que has capturado en film.
9. Tampoco tienes porque saberlo luego.
10. No te preocupes por las reglas.

Lo mejor que me ha pasado después de haber sido inoculado con esta maravilloso estilo fotográfico sin técnica aparente, ha sido contagiar a otras personas, al menos a mi alrededor puedo estimar unos 4 potenciales entusiastas de la lomografía y al menos un matrimonio contagiado, que comienza hoy a sumergirse en este mundo, les deseo suerte mis Titis!. Eso sí, sigamos predicando!.

Felice